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Originally posted 2017-07-03 15:42:46.

Enmanuelle Macron ha convocado al Congreso de Francia en el lugar habitual en estos actos, el Palacio de Versalles, y aunque no sea muy frecuente que se cite al Senado y a la Asamblea en este Palacio, es algo que ocurre alguna vez en casi todas las legislaturas. Estos actos tienen lugar cuando se quiere modificar la Constitución o para un discurso importante del Presidente. Hoy Macron tenía motivos para hacerlo. Les iba a comunicar sus planes para los proximos 5 años, aún cuando la abrumadora mayoría de su partido en la Asamblea Nacional y los múltiples abandonos en otros partidos le garantice el éxito, ha preferido dirigerse a los parlamentarios como Presidente de todos los franceses (no olvidemos que al tomar posesión del cargo dimitió como militante), para decirles que su intención era lanzar los cambios el primer año y que si no colaboraban a darles pronta salida los someteria a referendum porque quiere más Francia y más Europa, y las quiere ya. Además anunció hoy que empezará por reducir un tercio el numero de diputados y senadores, e introcir mayor proporcionalidad en el sistema electoral que le ha dado tan amplia mayoría, pero que no considera el más justo.

Visto que este estadista apunta a ser algo grande en la historia, he comenzado a leer avidamente «Revolución», el libro ideológico que escribió hace un año al crear su partido «En Marche», y que prologó Albert Rivera con gran acierto. Sobre el discurso de hoy con su hora y media de duración, que hasta en eso es elegante, hablaremos largamente si nos da tiempo porque este señor se mueve a ritmo vetiginoso desde el día de su elección. Ahora quiero volver al título de este artículo, y que se refiere a los medios de comunicación que siempre se hacen eco de lo que más escandaliza.

En una Asamblea de 577 miembros, hubo 17 del Partido de Izquierda que no asistieron a la convocatoria alegando motivos como el lugar elegido para la cita, un Palacio de Luis XIV, una demagogia más porque si el Presidente ha de serlo de todos los franceses, la Asamblea debería trabajar para Francia y no para un partido en particular. Curiosamente los noticieros destacaron hoy esta insignificante ausencia y sus motivos y argumentos tanto o más que el transcendente discurso de 90 minutos sobre el futuro de Francia y Europa.

No es un hecho aislado. Ayer, en la manifestación del Orgullo, algunos medios destacaron que en la Plaza de Colón fue aplaudido Pablo Iglesias y abucheado Albert Rivera, lo cual es cierto, pero aclarando que eran 20 o 50 o 100 personas de un millón de manifestantes. Entendemos que los medios de difusión tengan sus preferencias y hasta que se les note, pero sin llegar al límite de creer que los demás somos gente anumérica, analfabeta, o sin criterio, salvo que quieran dirigirse exclusivamente al que tenga esas carácterísticas. Pienso que deberían tomar nota del fenómeno francés y pensar que la gente madura porque si no lo hacen acabarán sin escuchas o lectores.